El tablero Kanban no necesariamente tiene que estar priorizado en el sentido tradicional de asignar una prioridad específica a cada tarea; sin embargo, es fundamental que las tareas en el tablero reflejen el flujo de trabajo y permitan ver claramente lo que se está haciendo, lo que está pendiente y lo que ya se ha completado. En la práctica, es útil utilizar un sistema de priorización para ayudar a los equipos a enfocarse en las tareas más importantes o urgentes. Esto se puede hacer mediante el uso de columnas adicionales o colores que representen diferentes niveles de prioridad. Por ejemplo, podrías tener columnas específicas para tareas críticas o etiquetas de colores como "Alta", "Media" y "Baja" para las tareas, lo que facilita que todos en el equipo tengan claro el enfoque del trabajo diario. El Kanban también fomenta la colaboración y la comunicación dentro del equipo. Por lo tanto, es recomendable que el equipo discuta regularmente qué tareas deben recibir más atención. Esto se puede llevar a cabo en reuniones breves, como las reuniones diarias Scrum o "daily stand-ups", donde cada miembro del equipo puede expresar el progreso y cualquier impedimento que esté enfrentando. Por lo tanto, aunque no es un requisito que el tablero esté estrictamente priorizado, incorporarlo de alguna manera puede aumentar la eficiencia y la claridad del flujo de trabajo, asegurando que todos trabajen hacia los mismos objetivos, lo que es fundamental en cualquier metodología de desarrollo ágil. Esto, a su vez, fomenta habilidades blandas como la comunicación y el trabajo en equipo, que son esenciales en el ámbito de las tecnologías de la información.